Un impulso a la Infraestructura para el Cultivo del Atún Rojo
Que el cultivo del atún rojo se haya incluido dentro del Mapa de Infraestructuras Científicas y Técnicas Singulares (ICTS) no es una noticia menor y por eso queremos recogerla hoy en este blog de Ricardo Fuentes Opiniones.
El nuevo Mapa está integrado por 29 ICTS y ha sido aprobado por el Consejo de Política Científica, Tecnológica y de Innovación, que es el principal instrumento para impulsar la cooperación y colaboración entre las Comunidades Autónomas y el Gobierno nacional en materia de I+D+I. El Consejo no se reunía desde el año 2014.
En el área de Ciencias del Mar, de la Vida y de la Tierra se incluye la Infraestructura para el Cultivo del Atún Rojo (ICAR). Esta declaración, supone en opinión de Ricardo Fuentes, un gran hito para la investigación, el desarrollo y la innovación en el cultivo del gran túnido del mar. Las técnicas de acuicultura integral que vienen desarrollando durante las últimas dos décadas los investigadores del Centro Oceanográfico de Murcia reciben así un gran espaldarazo a su labor.
Los objetivos de ICAR son, por un lado, contribuir a la producción sostenible del atún rojo mediante la acuicultura. De hecho, dentro de sus proyectos se ha logrado cerrar el ciclo completo de vida del atún, de forma independiente de la actividad pesquera de esta especie.
Además, desde la Infraestructura para el Cultivo del Atún Rojo se promueve el conocimiento de este singular pescado, su biología, sus hábitos alimenticios, reproductores, etc. La aplicación de este conocimiento mejora la gestión en las actividades pesqueras contribuyendo a su sostenibilidad.
Por último, ICAR se encarga también de formar equipos humanos en las técnicas del cultivo del atún rojo.
¿Quién constituye la Infraestructura para el Cultivo del Atún rojo?
ICAR está constituida por la Planta de cultivos Marinos de Mazarrón y la Instalación para el Control de la reproducción del atún rojo (ICRA), que en la actualidad alberga unos 250 atunes que pesan entre 1 y 15 kilos. Aquí se cultivan y se espera a que alcancen la madurez sexual, comenzando su fase biológica reproductiva en el año 2020. La instalación del ICRA cuenta con 7.000 metros cúbicos de volumen de cría de atún rojo. El objetivo es que sean capaces de proveer de huevos fecundados de esta especie independientemente de la estación del año, las condiciones ambientales. Estos dos últimos condicionantes son los que en la actualidad constituyen uno de los principales cuellos de botella de la cría en cautividad.
Con este proyecto, se evita además la posibilidad de que a los huevos de atún rojo se incorporen huevos de otras especies depredadoras o patógenas.
Mientras se alcanza ese hito, para asegurar la producción de huevos fertilizados y larvas de esta especie emblemática, el IEO conserva además en jaulas de engorde un lote de reproductores adultos.
El nuevo Mapa está integrado por 29 ICTS y ha sido aprobado por el Consejo de Política Científica, Tecnológica y de Innovación, que es el principal instrumento para impulsar la cooperación y colaboración entre las Comunidades Autónomas y el Gobierno nacional en materia de I+D+I. El Consejo no se reunía desde el año 2014.
En el área de Ciencias del Mar, de la Vida y de la Tierra se incluye la Infraestructura para el Cultivo del Atún Rojo (ICAR). Esta declaración, supone en opinión de Ricardo Fuentes, un gran hito para la investigación, el desarrollo y la innovación en el cultivo del gran túnido del mar. Las técnicas de acuicultura integral que vienen desarrollando durante las últimas dos décadas los investigadores del Centro Oceanográfico de Murcia reciben así un gran espaldarazo a su labor.
Los objetivos de ICAR son, por un lado, contribuir a la producción sostenible del atún rojo mediante la acuicultura. De hecho, dentro de sus proyectos se ha logrado cerrar el ciclo completo de vida del atún, de forma independiente de la actividad pesquera de esta especie.
Además, desde la Infraestructura para el Cultivo del Atún Rojo se promueve el conocimiento de este singular pescado, su biología, sus hábitos alimenticios, reproductores, etc. La aplicación de este conocimiento mejora la gestión en las actividades pesqueras contribuyendo a su sostenibilidad.
Por último, ICAR se encarga también de formar equipos humanos en las técnicas del cultivo del atún rojo.
¿Quién constituye la Infraestructura para el Cultivo del Atún rojo?
ICAR está constituida por la Planta de cultivos Marinos de Mazarrón y la Instalación para el Control de la reproducción del atún rojo (ICRA), que en la actualidad alberga unos 250 atunes que pesan entre 1 y 15 kilos. Aquí se cultivan y se espera a que alcancen la madurez sexual, comenzando su fase biológica reproductiva en el año 2020. La instalación del ICRA cuenta con 7.000 metros cúbicos de volumen de cría de atún rojo. El objetivo es que sean capaces de proveer de huevos fecundados de esta especie independientemente de la estación del año, las condiciones ambientales. Estos dos últimos condicionantes son los que en la actualidad constituyen uno de los principales cuellos de botella de la cría en cautividad.
Con este proyecto, se evita además la posibilidad de que a los huevos de atún rojo se incorporen huevos de otras especies depredadoras o patógenas.
Mientras se alcanza ese hito, para asegurar la producción de huevos fertilizados y larvas de esta especie emblemática, el IEO conserva además en jaulas de engorde un lote de reproductores adultos.
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